sábado, 18 de abril de 2020

creo que esas canciones me recordaban tanto a ti que no podían no gustarme. eran como algo más que te perteneciese, algo tan intrínseco a tu persona como tu olor, como tu risa, como esa mirada que tanto podía llegar a transmitir, como tus sudaderas o tus abrazos.
esas canciones me erizan la piel y me retumban en el pecho; lo hacían antes y lo hacen ahora. Lo harán siempre.
cada una una entraña un recuerdo, desbloquea un momento al que vuelvo como si hubiese sido ayer. como si fuese a ser mañana. por eso a veces me cuesta escucharlas. pero, cuando lo hago, la emoción colapsa mis entrañas y la melancolía se manifiesta en forma de sonrisa sincera y ojos tristes. Pero es que el ritmo acelerado de mi corazón me hace feliz aunque lo cause algo que mi cerebro ya entiende como triste. es que mi corazón no sólo bombea sangre; transporta todas esas cosas que, como tu música, son tuyas: tu olor, tu sonrisa, tus colores, tu mirada... Tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario